Como si de
mis ojos se tratara,
que cuando salen de la luz,
para encontrarse en la obscuridad,
se sienten ciegos, perdidos,
así estuvo mi alma,
cuando un día tu
Luz, decidió marchar.
Y la Luz fue largo tiempo
añorada,
largo tiempo llorada,
y quise morir, ahogado en
llanto,
sueño y llanto fueron
lavando
mis ojos y mi alma,
y así la obscuridad,
se hizo tenebrosamente cómoda.
En la noche, aprendí
a moverme,
a tientas, todo está
bien cerca,
no me falta de nada, pero
no tengo a donde ir.
El vacío se hizo
más pesado que la obscuridad,
y ya no quedan lágrimas
que mis ojos
y mi alma puedan lavar.
Mis músculos se tensan,
mis ojos dibujan un guiño
como queriendo protegerse
de un destello mortal,
y sin embargo no brilla
mas que una luciérnaga,
que no sabe, ni siquiera,
que está,
pero aunque ella no lo supo,
puso perfil y sombras en
mi hogar.
No sé si se convertirá
en estrella, o se irá.
Sueño con que se
quede, y temo el despertar,
"... No temas por tus ojos,
la Luz no te va a cegar,
y en cuanto puedas, despierta,
porque si no, se va a
marchar.
Deja las ventanas abiertas,
que entre y salga a voluntad.
Si ha de convertirse en
Estrella, brillará mas que la Polar..."
EOBY
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